En cierta ocasión Ascari y Villoresi tras un agitado GP se dirigieron a Maranello para ser recibidos por Enzo Ferrari y discutir con él ciertos aspectos contractuales.
Ya en la fábrica se les dijo que Enzo Ferari no estaba. Pero ambos vieron la silueta de il Commendatore tras los cristales e insistieron en ser recibidos hasta que tras la puerta se oyó la poderosa voz de Ferrari que en algo gritó:
"No estoy en casa"
Saludos, Bandini.