Afecto que al parecer no era recíproco por la preferencia sobre Regazzoni de Enzo Ferrari. Tino siempre consideró que mil vecchio le había postergado injustamente en favor del suizo.
Saludos, Bandini.
Moderadores: Bandini, MotorWeb
Bandini escribió:Hay otro detalle que Ernesto Bambilla no cuenta de aquella situación.
Brambilla es natural de Monza. Había corrido en incontables ocasiones en aquel trazado de su casa. Y con aquel Ferrari que Tino rechazó, el mexicano Pedro Rodríguez rodó dos segundos más rápido.
Ergo....
Saludos, Bandini.
Bandini escribió:Nos ha dejado Franco Gozzi.
Desde 1961 lugarteniente de Enzo Ferrari. Una de las personas que más y mejor conocía a il Commendatore. Al menos nos ha dejado mucha literatura de esencial valor histórico. Tenía 81 años.
Saludos, Bandini.
Bandini escribió:Tom Meade. Historia de un tifoso verdadero.
Desconocido para el gran público pero con una historia detrás muy sugerente, este americano nacido en 1939 representa la pasión por los automóviles desde un punto de vista totalmente romántico e insólito.
Su afición por los automóviles surgió en el de una manera casual y espontánea cuando de joven se topó fortuitamente en California con un coche que le dejó noqueado. Se trataba de un Ferrari 500 TRC que Meade definiría como "la cosa mas bella que había visto jamás". Le gustaba pasar horas mirándolo y así nació una idea en su mente, una obsesión mejor, la de dejarlo todo e irse a vivir a Módena donde sabía que se construían aquellos fantásticos automóviles.
Una vez que llegó a Módena, ése mismo día, como aquella tarde no podría llegar hasta la fábrica de Ferrari, se dirigió a la factoría Maserati. Quiso la fortuna que congeniara rápidamente con el vigilante que, sorprendido por la historia de este hijo de Tío Sam, le franqueó la entrada y le presentó a Aurelio Bertocchi, (hijo del probador Guerino Bertocchi) y en un momento dado Meade se fijó en un vehículo que parecía apartado en un rincón, y al que no parecía que se le prestase mucha atención. Se trataba de un 350 S de competición. Ton Meade quiso de inmediato ese coche. Y por 420 dólares (casi todos sus ahorros) se hizo con el entusiasmado. Aquella noche la pasó en su saco de dormir, acostado junto a su Maserati, en un garaje donde le dejaron un hueco para pernoctar. Había encontrado la máquina de sus sueños. No se quería separar de ella. Poco a poco trató de poner en orden de marcha aquel coche, y aunque sus finanzas estaban bajo mínimos, estaba en la ciudad ideal en la época ideal.
Así logró que Fantuzzi le prestara una ayuda desinteresada a ratos libres. Cambió su moto por un hard-top para el Maserati y, finalmente, la máquina estaba para rodar por las carreteras, eso si, no en "estado de concurso" pero rodaba.
Como quiera que resucitar el 350S le costó al final hasta el último céntimo, Tom Meade se vio obligado a retornar a los Estados Unidos.
Tras trabajar un no muy largo período en el taller familiar, añorando Italia y sus automóviles cada mañana al despertar, cuando ahorró unos cuantos dólares, volvió a Módena como llamado por un reclamo irresistible.
Esta vez iba decidido a crear el su propio automóvil, y sabía que para ello tenía que estar en Módena. En su mente bullía la idea del automóvil ideal y quería crearlo. Aprendió el oficio de carrocero y (más o menos) constructor. Empleó a un trabajador de Fantuzzi a tiempo parcial y poco a poco empezó a dar forma a lo que el consideraba el coche mas bello, rememorando el Ferrari 500 TRC que le obsesionó (y obsesionaba) desde joven.
Y fue así como sobre una base de Ferrari 250 GT, Tom creo su primer coche. Lo bautizó como Thomassima 1. Un GT de formas agresivas, motor delantero, (un V8 Chevrolet)un morro largo y escapes laterales al uso de la época, y una zaga corta. Lo llevó a Florencia para exhibirlo en un salón , y un día, durante una gran inundación del Thomassima I, "pereció".
No se amilanó por ello Meade y se puso manos a la obra en su segunda criatura. Esta fue en bellísimo automóvil muy inspirado en los P3-P4. Este Thomassima II era un Sport de motor central sobre base de un chasis monoplaza Cooper.
Llegó después su última y mas conocida criatura; el Thomassima III. Se trataba de un coche bastante evolucionado, chasis y motor delantero, derivados de un 250 GT, alas de gaviota, caja de cinco velocidades, frenos de disco especiales ventilados y un acabado impecable.
La crisis de los años 70 y su incidencia en los automóviles de sport supuso para Tom Meade un fuerte revés que le obligó a suspender sus proyectos.
Saludos, Bandini.
En la foto el Thomassima II del cual ya hemos hablado en el apartado de los Ferrari fuera de serie.
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