De todos modos, hay que tratar de ser indulgentes con estos diseños tan exóticos.
La carrocería es fruto de las circunstancias de su época, los gustos y tendencias que había entonces Y muchas veces, el diseñador, acaso aventurándose excesivamente en su intuición de por dónde irían las cosas… pues se pasaba.
Al verlas con nuestros ojos y criterio de hoy día, es fácil la crítica. Pero en su momento, serían las cosas muy diferentes.
Tampoco creo que Il Commendatore diese “permiso” para tales diseños, ni que tuviese que darlo.
Eran criterios de particulares y sus caprichos.
La Ferrari no los suele incluir como coches salidos de Maranello.
Va otro Ferrari muy “suyo”; es un 212 de Ghia.
Saludos, Bandini.